Amanda,

Cuando no me besas:
No hay primavera en el colchón ni flores azules en invierno. La tormenta se quedó para cenar, las cartas se fueron de la mesa, ya no suena rock en
Nueva York, las amapolas se extinguieron, las aves no volvieron jamás de su migración. El olor a sexo de una habitación se desvanece, una ola se lleva dos nombres escritos en la arena, dos hombres enamorados sueltan sus manos por miedo al qué dirán, una bomba estalla entre dos bocas, dos bocas no vuelven a besarse nunca más. Una calle de putas se viste de etiqueta, un sollozo entre ronquidos sale de una nariz.



Se pone punto y final a todos los poemas del mundo, un cúmulo de nubes decide no volver a tener forma de nada, el viento promete no volver a soplar bofetadas, una niña de ojos verdes siente la tristeza en su piel mientras duerme, una niña de ojos verdes no vuelve a despertar. Suenan las sirenas en Madrid anunciando el primer día del resto de nuestras vidas, dejan de cantar todos los pájaros, el mundo se ensordece sin música, el tiempo se detiene a las inclemencias de sí mismo, todos los relojes dan marcha atrás a toda prisa, solo para que tú y yo nos volvamos a besar.

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