Te espero
Aún no es tarde para decirte que aquí sigo, esperándote, gritándole a la noche sin consuelo que dónde estás. Deseando nuestro encuentro, busco el momento en el que
pueda verte de nuevo, contemplar tu rostro sin miedo a que te marches. Tragándome a mis demonios, uno a uno, hasta que solo me quede tu recuerdo, tu voz, tu tez clara, tus ojos infinitos. O tal vez esos rizos pelirrojos que cortan el viento de la tarde, que me pierden en tu mirada azul al romper la noche.
pueda verte de nuevo, contemplar tu rostro sin miedo a que te marches. Tragándome a mis demonios, uno a uno, hasta que solo me quede tu recuerdo, tu voz, tu tez clara, tus ojos infinitos. O tal vez esos rizos pelirrojos que cortan el viento de la tarde, que me pierden en tu mirada azul al romper la noche.
Oír quizás, tus suaves manos golpear las cuerdas de la guitarra con extrema precisión y que me sorprendas. Dejarme llevar en la armonía de tu cuerpo, perderme en tu aliento melancólico y no volver a mi maldito infierno. Esta bruma que me ha oscurecido el aura, que me ha quebrado el futuro en las múltiples huidas de musas e inspiraciones pasadas.
Estas llamas que me envuelven el alma y me roban hasta el último de mis anhelos. Deseos de llegar a ti, alcanzarte, creer en ti. Hacerme ver que existe esa maldita luz al final de tanto dolor; no quiero más túneles que no me llevan a ninguna parte, quiero mi luz, mi esperanza, la jodida armonía que exhalan tus ojos. Te espero.
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