La guerra de tu cuerpo
Te tambaleas en mis manos.
Sin querer, te pierdo.
Desapareces en mi saliva
y explotas en mi pecho.
Entre sonidos armagedónicos
mi cuarto se viene abajo;
tus besos son un puñado
de gramos de cocaína.
Dedos que parecen puñales:
Fríos, helados, mortales,...
Reconstruyes mis pedazos
ahora repartidos por el salón.
Si te vas ahora
no vuelvas,
si te vas:
Mi vida termina donde empiezan tus labios.
Creces y te haces gigante,
te pierdo de vista en la agonía
Nos vemos en mi espalda
y a balazos acabas con mis lunares.
Utilizas todas tus armas
y yo estoy dispuesta a morir en tu guerra.
Me ametrallas con caricias
y yo declaro la paz en tus caderas.
Terminamos rendidas con el verso perfecto:
tu encima, yo abajo
y un tiro al pecho directo.
Eva Neruda.
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