Reflexiones 1
He llegado a la conclusión de que hemos nacido para rompernos el corazón. Es cierto, ninguno puede decir que no haya pasado por ello, ¿a cuántos no les han roto alguna vez el corazón? Ninguno se salva del mal de amores. Todos nos hemos pillado o
enamorado de alguien, quizá adrede o sin querer, pero lo hemos hecho y por más que nos intenten convencer de que hay que seguir adelante, como si nada, no podemos. Creo que todos estamos de acuerdo en que hay que dejarse llevar pero, ¿cuantos pueden decir que logran llevarlo a cabo? Creo que hablamos de un número reducido de personas.
enamorado de alguien, quizá adrede o sin querer, pero lo hemos hecho y por más que nos intenten convencer de que hay que seguir adelante, como si nada, no podemos. Creo que todos estamos de acuerdo en que hay que dejarse llevar pero, ¿cuantos pueden decir que logran llevarlo a cabo? Creo que hablamos de un número reducido de personas.
Quizás por esta razón soy alguien a quien le gusta escribir, darle vueltas a lo que pasa en la vida, buscarle la explicación a todo. Me gusta entender las cosas -a niveles extremos-. He llegado a un punto sin retorno en el cual quiero controlar cada momento de mi vida, aunque no debo ni puedo. Pero, ¿qué podría hacer para evitarlo? No tengo la menor idea. Y no conforme con eso, creo que como muchos, le exijo mucho a las personas, quiero que me den de ellos lo mismo que yo entrego de mi, sin embargo me doy cuenta que vivo engañada, nadie de mi al rededor me va a dar lo que yo. Básicamente porque no son yo y eso es algo que debería asumir de una vez por todas.
En definitiva, y a lo que venía esta entrada, es importante vivir el momento aunque nos cueste o nos pese, y sé que es muy fácil decirlo, pero el reto es lograrlo. Si otros pudieron, nosotros también.
Comentarios
Publicar un comentario