Tatuada en el alma
Han pasado dos semanas sin tener mucho tiempo para pensar en ti. Pero por desgracia y por más que te intente olvidar, aquí sigues, entre pecho y espalda. Entre los escombros que dejaste de mi, que por más que te rogué mil veces, nunca me quisiste aceptar. Tenías todo de mi a tu disposición, me creí todas y cada una de tus mentiras sin siquiera cuestionarte, ni una sola vez. Y me lo pagaste mintiéndome más, negando que jamás jugaste con mi situación de dártelo todo. Ahora te haces la tonta, como si yo fuera idiota y no me acordase de todas las veces que venías directa atentando a mi frialdad. Malditos ojos verdes que me atravesaron el alma. Y desde entonces soy porque tú eres, y del dolor ya no serás, ni seré, ni seremos. Por más que lo intente, no quiero otros labios sino los tuyos. Da igual a cuantas le escriba, aún me vienes a la mente cuando cojo un bolígrafo dispuesta a hacer poesía, aún regresas a mis manos cuando tecleo en este blog de mala vibra. Seguiré esperando el día en que no tenga musa alguna, como tú, tatuada en el alma.
" Te quise y te quiero, aunque estemos destinadas a no ser".
Comentarios
Publicar un comentario