Y así nos va

Que cruel destino. Te metió de nuevo en mi camino. Creía haberte olvidado, pero es muy complicado. Ya lo dijeron los poetas, las miradas el corazón agrietan. Y no hay escapatoria, tu vida se vuelve una noria, con sus ojos en tu memoria. No pudiste
evitarlo. Imbécil, ya no puedes remediarlo. Estás condenada a vivir a su sombra. Queriendo sin querer, soñando sin poder, sin tener...

Quizá está escrito así, sufrir por amor y amar sin cesar. ¿Cuándo te cansarás? No es más fácil ser como una piedra, ser un niño en la inocencia y certeza de que el amor no va a doler. Pues no tiene mayor fin que el repartir amor sin importar la reacción de los demás. Si es recíproco o no. ¡Qué más da! Sé que soy una cursi. Lo admito. Pero si mi vida es una novela irónica de la idea del amor, yo no puedo inventar finales felices. No quiero fantasear con que todo será como quiero. Eso lo aprendí no hace mucho. Además las cosas pasan por algo, y si no pasan también es por alguna razón. 

No podemos pasar el resto de nuestras vidas quejándonos al destino por las cosas que no pasan o las que sí. Qué fácil es decirlo, me diréis. Fácil sería: quedarse con la persona que te lo pone todo en bandeja, antes que la persona que pone tu mundo del revés. Ser joven es una mierda. Hay tantas dudas. Formas y maneras de ver y vivir el mundo. Tantos medios y miedos.. Que uno ya no sabe diferenciar amor de amistad, pasión de atracción,... Y así nos va, muriéndonos de amor sin morirnos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

A mi yo del futuro

La risa que debe ser amada