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Mostrando entradas de septiembre, 2017

El primer último poema.

Mientras fumo en este banco tan repleto de recuerdos pienso en lo que me has dejado Tu marca de cigarrillos y una mordida en el corazón. Miro a nuestra niña tan tuya, tan mía tan lo que fuimos. Y entonces me doy cuenta. La gente cambia evoluciona se renueva. No puedo evitar la nostalgia ni este hueco horrible ni el terror de tu pensamiento. ¿Pensarás tanto en mi como yo en ti? Me recordarás cuando mires tu piel que ya no toco, que ya no puedo besar. Temerás el recuerdo de mis dedos recorriendo cada centímetro de ti, cada amado milímetro de tu ser. No lo sé. Me abruman las dudas, el porvenir y el futuro. ¿Qué será del mundo sin nosotras? Sin este sentimiento  que ayer se lo comía todo. Cómo pedirle al tiempo que pare cuando estás entre mis brazos. Cómo pedirte que no te vayas si de tu vuelo libre me enamoré. Cómo le diré a la Luna que ya no te amaré bajo su brillo... Dudas Dudas Dudas Y miedo. Te quiero.

La carta II

Quizás nuestra historia nunca se pareció a un libro de Neruda o Benedetti, tal vez fue parecido a un drama de Lope o Shakespeare. Un amor intenso como los colores del universo, pero finito, como él mismo. Ahora los "ojalá" inhundan nuestra boca y garganta, pero un cielo de primaveras paralelas nos espera. Quizás este enero sea más invernal que el anterior, puede que eche de menos cocinar por las mañanas. O solo a ti. Mirarte. Mirarte fue un error, mi mayor despiste, mi mayor pecado sin perdón. Y es tan corta la palabra para todo lo que en ti engloba; una vida, mil sueños, futuros, sonrisas, caricias y no heridas. El cielo, amor, sin nubes ni sol, porque contigo las noches eran mejor. No volveré a jurar que no haré nada sin falta de inspiración. No prometeré más canciones si no te marcan como a mi el corazón. Jacqueline, mi vida, mi Luna y mi noche. Por ti he conocido la palabra amor y ahora por ti sé lo que duele el desamor, como duel...

La carta I

Recuerdo en estos días aquellas primeras veces en invierno. La primera vez que dije: me he enamorado de ti. La primera vez que te besé y sentí el movimiento del universo dentro de mi. La primera vez que te miré y pensé: es ella. La primera vez que lloré de felicidad de tanto amor que me hacías sentir, de como mi pecho quiso explotar mientras sentía toda tu piel contra mi cuerpo. Recuerdo, la primera vez que lloramos de dolor, de rabia, de enfado. La primera vez que discutimos y lo arreglamos con un: traigo tabaco... También me acuerdo de la primera vez que tocaste el ukelele y cuando me contaste toda tu vida amorosa con música de fondo. La primera noche juntas, la primera cena, la primera cita, la primera... Pero no quiero que seas la primera, quiero que seas la última. La última cosa que piense cuando me voy a dormir, la última persona que me robe el aliento y el corazón, la última persona que provoque este amor incondicional, la ultima a la que diga "Te amo", la úl...