Cuestión de tiempo

"¿Por qué pasa el tiempo tan rápido contigo y cuando no estás va tan despacito?"

Mi vida iba a un ritmo normal, hasta que apareció. Descontroló todos los relojes de mi vida y se los llevó con ella. No pude evitarlo. Su presencia me abstrae tanto del mundo que ni siquiera recuerdo
qué canción sonaba la otra noche mientras bailaba entre sus brazos. Tampoco sé cómo afrontar esta entrada porque estoy tan sobresaturada de sentimientos que cuando intento plasmarlos las palabras me desbordan, y esta es una de las razones por las que he dejado de escribir. Es jodidamente imposible describir como algo te hace explotar por dentro cada vez que intentas expresarlo. 

Pero sí, el tiempo a su lado parece un cortometraje de Georges Méliès, mucha intensidad dentro de unos minutos que en realidad han sido horas de reloj. Pero, ¿cómo lo hace? ¿Cómo consigue hacerme sentir así? Será su mirada, porque si las miradas matasen la suya sería una forma de salvar vidas. Es más efectiva que el Giratiempo de Hermione. Lo juro, me lleva al pasado con una caricia y dándome la mano soy capaz de imaginar como sería mi vida con ella. 

Ella, mi maquina del tiempo, mi salvavidas, mi musa adicta, mi herida abierta... El tiempo podrá pasar a la velocidad que quiera pero este, nuestro pequeño paréntesis, ha sido mejor que todos los años que he vivido. Hace del mundo un lugar menos malo de lo que parece, e hizo del tiempo una ilusión y me enamoré. Joder que sí. Me enamoré de sus cambios temporales o permanentes, me enamoré de ella hace meses, ayer, hoy. Y lo haré mañana, porque todo es cuestión de tiempo.

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